Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.»” Lucas, 1;38
En Abril de 2008, asistí a mi primer Retiro de Iniciación “Camino a la Contemplación”. Mi asombro fue grande, al encontrarme con el desconocido Dios Amor que me esperaba.
No podía creer, Jesús, lo que estaba aconteciendo, por fin encontraba el camino que me llevaba hacia Ti, y tomé la decisión de seguirte, de caminar, existir y vivir en Ti y por Ti en un camino de Fe y Esperanza, de plenitud, de gracia, de abandono, de compromiso. En el Silencio te encontré, tarde te amé, como escribió San Agustín, “tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé y Tú estabas dentro de mí y yo afuera, y así por de fuera te buscaba…
Hoy, es cada día… con Jesús y María elijo dar gracias, renuevo el compromiso de amor entrando en el Silencio interior, donde Tú moras y me esperas. Me enseñas con Tu Palabra y te recibo con alegría en la Eucaristía. Llenas y rebozas mi alma como manantial de agua viva convertida en Gracias.
Tengo un grupo hermoso de hermanos que caminan conmigo, gracias, Aida María y Álvaro por reunirnos cada semana. La comunidad es el apoyo que necesito para caminar y revivir mi compromiso de Amor. Los retiros me sorprenden cada vez que asisto y me dan la oportunidad de servir. Amo servir.
Quiero siempre ser testimonio de Tú Amor, con la certeza, mi amado Jesús, de que estás conmigo. Bendita eres María, Madre de Jesús y Madre mía.
Hágase en mí.