En cambio el fruto del Espíritu es Amor, alegría y paz..

Aunque parecemos afligidos, permanecemos alegres, Tenemos apariencia de pobres y enriquecemos a muchos; parece que no tenemos nada y todo lo poseemos.  2da. Corintios, 6, 10

En cambio el fruto del Espíritu es Amor, alegría y paz. Gal. 5, 22

A la luz de esta Palabra de Vida, quiero invitarte a que incorpores a tu rutina diaria este ejercicio que te devolverá la consciencia de la Paz, del gozo y la alegría inagotable de tu ser…

Este momento exige DESPERTAR… ¿cómo podrías hacerlo si tu corazón permanece en tristeza, ansiedad, preocupación, miedo..

Estar despiertos significa ser y vivir esencialmente vuelto hacia dentro…

Vivir vuelto hacia dentro implica, encaminar tus pasos constantemente hacia tu interioridad, hacia el único lugar donde puedes conocer LA VIDA y ser testigo de la paz que te penetra, envuelve y sostiene, ser testigo del gozo, de la alegría del ser..

Ejercicio de 8 a 10 minutos:

  • Siéntate en un lugar cómodo

  • Cierra tus ojos

  • Tus manos relajadas sobre las piernas

  • Como preparación RESPIRA desde el abdomen lenta y suavemente al menos 3 veces

  • Continua respirando lenta y profundamente y al EXHALAR di en tu mente: PAZ, haz esto por unos minutos…

  • Continua respirando desde el abdomen, pon tu atención en tu cuerpo y mientras exhalas siente como éste se inunda de paz, sonríe al sentir el don de la paz que está en ti; respira, exhala, siente la PAZ dentro y fuera de tu cuerpo..

Al salir mantén la guarda del corazón. Sal de ti mismo, sirve al que te necesita, enséñale a vivir en la paz, en gratitud, en la alegría que brota del ser…

La paz, bienestar y alegría que te regaló la práctica está en ti… repítelo varias  veces al día, temprano en la mañana, cada vez que los eventos te perturben  y por la noche ya en tu cama, dormirás en la paz, con una sonrisa de gratitud dibujada en tu rostro…

SERVIR ES NUESTRA PRIORIDAD, es la esencia y la fuerza de la Vida,… requiere si, de un corazón pacificado, capaz de sonreír, de iluminar …solo así podrás consolar y bendecir…

En cambio el fruto del Espíritu es Amor, alegría y paz. Gal. 5, 22

Con Amor eterno,

Aida María

 

 

Aida Maria HerdociaEn cambio el fruto del Espíritu es Amor, alegría y paz..