En el silencio he encontrado el amor del PADRE, una manifestación suave e indescriptible que me llena de confianza, conectando mi gozo al Señor.
He aprendido a vivir con conciencia cada momento presente, con la FE que Dios me sostiene con su gracia y amor. Que lo material, no es importante. Que el sentir y vivir a plenitud cada momento de tu vida te brinda felicidad. Que en el silencio y el contacto con los demás hermanos me otorga un gozo al servir al otro con total entrega sin juzgar sus acciones.
Haber cumplido sueños, haberlos perdido de un día para otro me enseño que EL es el “camino la verdad y la vida”.
Su alimento diario me permite seguir la vida sin aferrarme a sueños, pensamientos o acciones que solo nos llena en instantes. Al emigrar por segunda vez dejando mis raíces, bienes, amigos, recuerdos ect., me enseño al desapego y aumentar cada día más mi Confianza en su amor.
Agradezco, infinitamente a Dios por haberme puesto en el camino la oración contemplativa y un grupo extraordinario en el que crecemos dia a dia.
Charlas, retiros y testimonio de cada uno de los hermanos hicieron en mi vida un cambio, sin el apoyo del grupo y la gracia de Dios hubiera seguido ciega en este mundo tan agitado. Es necesario que despertemos y salgamos del letargo, en el que a veces vivimos y disfrutar del regalo de la oración Contemplativa.
La oración contemplativa me lleva a un estado de Paz controlando mis emociones en cada momento de mi vida, con tranquilidad disfruto los regalos que Dios me presenta, la familia, la Salud, los amigos, el trabajo, el día a día. Hay tanto ruido en el entorno que nos hace distraer fácilmente distanciándonos del amor De Dios.
4 años y 9 meses de estar en el grupo contemplativo