40 días en los que nos hacemos responsables de nuestra vida emotiva.
Con demasiada frecuencia tenemos la tendencia de culpar a otras personas o circunstancias externas por el torbellino que experimentamos, cuando precisamente las emociones dolorosas que estamos sintiendo nos demuestran que el problema lo llevamos muy adentro.
Años de inconsciencia hacen que parezca que alguien o algo es el culpable de cómo nos sentimos.
Si durante 40 días nos responsabilizamos de las emociones que emergen cada día del nivel inconsciente… surgirá la certeza de que no es el otro o las circunstancias las culpables de que nos sintamos así… sino los programas que llevamos dentro de nosotros… por ello la emoción salta visceralmente ante cualquier situación, persona o condición…
Si no tomamos medidas para cambiar los programas emocionales grabados en el inconsciente nos van a dominar hasta el fin de nuestras vidas… seguiremos creyendo que somos víctimas del otro o de las circunstancias.
Mientras estos programas falsos para la felicidad estén funcionando dentro de nosotros, nos impedirán escuchar el dolor de los demás, no estaremos accesibles para ayudar, puesto que todo lo filtramos a través del ego, de nuestras propias necesidades emotivas y reacciones.
Los 40 días de intensa atención y preparación, nos debe de llevar a enfrentar los valores inconscientes que están detrás de los programas emotivos, solo así, estaremos contribuyendo con la obra que el Espíritu hace en nosotros en el silencio y la quietud.
La disciplina del silencio elevado a un nuevo nivel de entrega y compromiso hará posible la liberación de las cadenas que nos impiden disfrutar verdaderamente la Vida, solo así seremos libres de las cadenas que nos impiden amarnos a nosotros mismos, amar a los demás…
A veces será difícil y doloroso dar el paso de asumir la responsabilidad y liberar al otro… con todo el alma te digo: vale la pena… haz la prueba… son apenas 40 días… la resurrección es el regalo!!
Grandioso despertar, 40 días despertando a la Verdad y a la Vida… aprendiendo a vivir, nos habremos hecho responsables… seremos libres y con nosotros haremos libres a los demás…
Con amor,
Aida María