Fragmento del Libro Amaneceres Milagrosos

 

Hasta hoy, sin duda alguna, mis amaneceres son el momento cumbre de cada día, entro al mundo sobrenatural en el que puedo permanecer un tiempo sin tiempo como acostumbro a llamarle. No tengo calificativos para estos sublimes momentos, solo sé que de ellos me viene la Vida.

Para un místico la madrugada encierra el secreto de la Vida, la mente está quieta, dispuesta al silencio, entregada, rendida a la terapia divina a la que es sometida. Antes el ejercicio físico era la prioridad. En un orden perfecto, las prioridades se invirtieron. El silencio tiene la primacía.

El secreto de la Vida permanece escondido en las horas tempranas del amanecer, ¡búscalo! ¡Hoy es el día!

Aida María Herdocia

 

 

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