Lectio Divina
“Señor, cuando tú rompes el Pan de la Santa Escritura,
Tú me haces conocido por esta Fracción del Pan.
Entre más te conozco, más deseo conocerte,
no sólo en la corteza de la letra,
sino en el conocimiento del sabor de la experiencia.
No te pido este don a causa de mis méritos
sino en razón de tu misericordia…
Dame, Señor las arras de la herencia futura,
un gusto al menos de la lluvia celeste
para refrescar mi sed, porque yo ardo de amor”.
(Scala, VI)
Buscad leyendo…
Lee la Palabra cada día… deja que el Espíritu Santo te guíe …te sumerges en ella para buscar la luz, la fuerza, la gracia, el poder sanador de la Palabra.
Hallareis meditando…
Una palabra, una frase tocará tu alma quédate con ella, déjala estar… siéntela empapando la tierra de tu corazón.
Llamad orando…
Tu voluntad es movida por el Espíritu Santo.
Se os abrirá contemplando
Literalmente ocurre así, todo se abre en ti… todo se ensancha, se revela, se hace palpable… la sientes… experimentas una real sanación y liberación. Ha ocurrido el milagro del poder sanador de La Palabra de Vida.