AÑO SABATICO y LA PANDEMIA

AÑO SABATICO y LA PANDEMIA

He dado en llamar “Año Sabático” a este tiempo de gracia de la pandemia.

Tomar un año sabático o gap year, como se denomina en idioma inglés, es una decisión importante en la vida de cualquier persona, requiere de preparación, claridad, determinación.

Al mundo le cayó un año sabático!, sin pedirlo, sin planearlo, sin tomar las medidas, sin saber cuál era su objetivo. Nos tomó por sorpresa!

De un extremo al otro del mundo, nos vimos obligados a detenernos, a frenar la loca carrera, a detener la vorágine de la actividad, había que parar… era necesario detenerse…hacer un alto, evaluar, cambiar el rumbo…

Se abrió en la historia del hombre una brecha, un tiempo de DESCANSO, DE SANACION, DE REENCUENTRO, de LIBERACION…

Adentrarse en esa brecha, escrutar este extraordinario signo de los tiempos y aprender sus lecciones es un imperativo del alma y de la VIDA.

Me he preguntado una y otra vez a lo largo de este tiempo: ¿Qué significa la pandemia, que alcance inimaginable tiene? Que nos está enseñando? Qué nos está pidiendo? Qué lecciones magistrales debemos de aprender?

Un gap year o año sabático es una inversión en uno mismo, implica tomar la decisión consciente de dejar de hacer muchas de las cosas que usualmente haces por un determinado período de tiempo. Para decidir dedicarte exclusivamente a intereses personales, dejando a un lado tus responsabilidades laborales o académicas.

 Conlleva preparación en al menos 7 aspectos básicos:

  1. Definir el objetivo que quieres alcanzar: Quieres obtener un beneficio a largo plazo, puede ser a nivel profesional, académico, espiritual o personal.

  2. Te haces preguntas: ¿Qué voy a hacer durante el Año sabático? ¿qué quiero conseguir después del año sabático? ¿Qué habré alcanzado?

  3. Tiempo de duración: Aunque lo llamamos Año Sabático no tiene que ser 12 meses, el tiempo dependerá de las posibilidades y necesidades de cada persona.

  4. Presupuesto:  tomas en cuenta gastos de alimentación, alojamiento y transporte además de gastos para actividades recreativas.

  5. Investigas opciones: ¿dónde realizarlo, con quienes, etc.

  6. Planeas tus actividades: durante el gap year…

  7. El retorno: es tal vez lo mas duro, también lo planeas, no lo postergas… te has preparado para ello

Nos tocó!! estamos viviendo el año sabático, en proceso inverso, debemos entonces definir el objetivo, hacernos las preguntas, definir el presupuesto con el que contamos a nivel emocional, mental y espiritual, planear las actividades y el retorno.

El tiempo de duración y la investigación de opciones del gap nos fue dado con la pandemia, se mueve en sus tiempos y a su ritmo, es parte del aprendizaje.

Un año sabático no es una huida, sino un descanso de lo que normalmente hacemos, un crecimiento exponencial en lo que hemos elegido como propósito del mismo.

Lo mas difícil podría ser el último paso, el retorno, si no has definido el objetivo…si pospones el bucear dentro de ti para «ver», si dejas tus compromisos, tu servicio, tu entrega, tu consagración…

Hemos sido invitadas a vivir un año sabático, a dar un salto cuántico en niveles de consciencia… las lecciones han sido invaluables, nos han dado el tiempo, el espacio, las herramientas, la guía, el cuido…

Explorar la riqueza del año sabático, buscar su máximo provecho, y regresar mejor preparado de él.

Dos lecturas bíblicas, una del Antigua Testamento en Levítico y otra del Nuevo Testamento en Hebreos, nos darán la luz para vivirlo y la preparación para el regreso:

Levítico 25, 1-12: (solo tomaré algunos versículos, para no hacer tan largo este post, los invito a leerlo completo)

En el monte Sinaí el Señor le ordenó a Moisés que les dijera a los israelitas: «Cuando ustedes hayan entrado en la tierra que les voy a dar, la tierra misma deberá observar un AÑO DE REPOSO en honor al Señor. 

Siete veces contarás siete años sabáticos, de modo que los siete años sabáticos sumen cuarenta y nueve años, y el día diez del mes séptimo, es decir, EL DÍA DEL PERDÓN, harás resonar la trompeta por todo el país. El año cincuenta será declarado santo, y se proclamará en el país LA LIBERACIÓN de todos sus habitantes.

Será para ustedes un jubileo, y cada uno volverá a su heredad familiar y a su propio clan. El año cincuenta será para ustedes un jubileo: ese año no sembrarán ni cosecharán lo que haya brotado por sí mismo, ni tampoco vendimiarán las viñas no cultivadas. ESE AÑO ES JUBILEO Y SERÁ SANTO PARA USTEDES. Comerán solamente lo que los campos produzcan por sí mismos” Levítico, 25, 1-12

Se dice que Levítico se refiere al DESCANSO DE LA TIERRA, pero igualmente se refiere al hombre, es él quien trabaja la tierra, es él quien la hace descansar.

Esta Palabra ilumina de manera clara e inconfundible los objetivos del año sabático que nos toca definir:

  • Año de reposo, silencio y quietud

  • Día del Perdón, no de algunas cosas, de todo y a todos, en cada instante..

  • Año Santo

  • Año de Liberación

  • Año de Jubileo 

Toca ahondar los objetivos del año sabático, madurarlos, captarlos en toda su dimensión para llevarlos a la VIDA.

Veamos a Hebreos, 4, 1- 13 (igualmente solo cito algunos versículos, les animo a leerlo completo)

Cuidémonos, pues, mientras se nos ofrece entrar en el Descanso de Dios. ¿Qué lástima si alguno de ustedes pareciera quedar atrás!

Dios fija nuevamente un día que llama “HOY” diciendo por boca de David, después de tan largo tiempo, lo que se recordó más arriba. Ojalá hoy escuchen la voz del Señor: no se hagan duros de corazón!

Cuando Josué hizo entrar a los israelitas a Palestina no fue ese el Descanso, de lo contrario Dios no hubiera indicado posteriormente otro día. Es entonces claro que algún DESCANSO, algún día séptimo, está reservado todavía al pueblo de Dios; el que entre en el Descanso de Dios, descansa de todas sus obras, como Dios descansa de las suyas.

 Esforcémonos, pues, para entrar en ese descanso”

La carta a los Hebreos se refiere a un profundo DESPERTAR ESPIRITUAL.. el descanso en el SILENCIO DE LA CONTEMPLACION.

Sabbath significa reposo, y en su significado final se refiere AL REPOSO que emana del MISTERIO DE LA REDENCIÓN.

Porque el que entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras: Entrar a su reposo significa ya no tener que trabajar en el sentido de que las obras ya no son la base de nuestra justificación.

Este reposo de las obras como la base de la justificación es uno de los mas grandes regalos, la gratuidad de la salvación. Dios descansó de sus obras en el día de reposo original en Génesis, 2.2  porque el trabajo había sido terminado.

Nosotros, ya no buscamos hacer obras que nos justifiquen ante Dios…. porque Jesús, ha terminado el trabajo, EL nos trajo por su muerte, cruz y resurrección: MISTERIO DE LA REDENCION… la justificación al hombre y por ello el hombre puede descansar de hacer obras para ganarse a Dios…

Por cuanto todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, pero son justificados gratuitamente por su gracia, en virtud de la redención cumplida en Cristo Jesús”.

Él fue puesto por Dios como instrumento de propiciación por su propia sangre […] para mostrar su justicia en el tiempo presente, siendo justo y justificado a los que creen en Jesús (Rom. 3, 23-26).

La urgencia que deriva de este año sabático es mostrar al mundo: «El amor de Cristo nos apremia, al pensar que uno murió por todos» (2 Cor. 5,14). ¡Nos impulsa a anunciar al mundo las buenas nuevas de salvación: «ya no hay condena para aquellos que viven unidos a Cristo Jesús. Porque la ley del Espíritu, que da la Vida, me libró, en Cristo Jesús, de la ley del pecado y de la muerte» (Rom 8, 1-2).

«Jesús tenía que morir [dice el evangelio de San Juan] no solo por la nación, sino para reunir a todos los hijos de Dios que estaban dispersos» (Jn 11, 51.).

Los nuevos cielos y la tierra nueva pertenecen a todos y son para todos: porque Cristo murió por todos.

Dos cosas sobretodo se ven diferentes, en este año sabático, vistas a través de los ojos de la fe: LA VIDA y la muerte.

El misterio de Amor, venció a la muerte, al pecado y al demonio.

¿Donde está muerte tu aguijón?, si LA VIDA dio su VIDA para dar VIDA ETERNA.

Abrió para siempre una puerta a la VIDA que nadie podrá cerrar jamás.

Renovarse en lo más profundo de la mente por la acción del Espíritu, el profundo cambio de mentalidad al que San Pablo nos invita en Efesios, es el objetivo central de este año sabático.

En un post siguiente escribiré sobre las lecciones de la pandemia. La imagen de este post fue tomada por mi esposo Alvaro en uno de nuestros Amaneceres con Dios.

Con amor eterno,

Aida María

 

Aida Maria HerdociaAÑO SABATICO y LA PANDEMIA
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