Salmo 91, el extraordinario salmo de la Confianza… despierta tu que duermes…
Hoy es el día 32 del resto de preparación de tu resurrección interior.
Te invito a que leas cada día el Salmo 91, con un corazón abierto, dispuesto a acoger la Vida…
Te ruego lo guardes en tu corazón y en tu mente, si lo haces así, será tu ancla segura, tu certeza inconmovible , tu poder y grandeza.
Empieza leyendo lentamente… sin prisas… si sientes la atracción por quedarte en una frase o párrafo… quédate ahí, quieto, silencioso… recibiendo el Don… deja afuera tu intelecto, tu entendimiento… no elabores… recibe y escucha…
Es una escucha de otros mundos, de mundos interiores infinitos, a los que tus facultades no tienen posible acceso…
Escucha… siente… vive… despierta.
Empezamos en profunda quietud… abriendo el alma de par en par, cerrando la puerta a las facultades y sentidos… leyendo en Espíritu y Verdad…
Empezamos con una nueva actitud en el corazón… desde tu ser… y en tu ser…
Tu que habitas al amparo del Altísimo a la sombra del Todopoderoso.
Dile al Señor: “Mi amparo, mi refugio, en Tí, mi Dios yo pongo mi confianza.”
El te libra del lazo del cazador que busca destruirte, te cubre con sus alas y será su plumaje tu refugio.
No temerás los miedos de la noche, ni la flecha disparada de día,
ni la peste que avanza en las tinieblas, ni la plaga que azota a pleno sol.
Aunque caigan mil hombres a tu lado, y diez mil a tu diestra, tu permeneces fuera de peligro, su lealtad te escuda y te protege.
Basta que tengas los ojos abiertos, y verás el castigo del impío. Tú que dices: “Mi amparo es el Señor” y que haces del Altísimo tu asilo.
No podrá la desgracia dominarte, ni la plaga acercarse a tu morada, pues has dado a sus ángeles la orden de protegerte en todos tus caminos.
En sus manos te habrán de sostener, para que no tropiece tu pie en alguna piedra;
andarás sobre víboras y leones; y pisarás cachorros y dragones.
“Pues a Mí se acogió, lo libraré; lo protegeré, porque Mi Nombre conoció…
Me llamará, y Yo le responderé; estaré con él en la angustia; lo salvaré y lo enalteceré.
Lo saciaré de días numerosos, y haré que pueda ver Mi salvación.”
Amada Comunidad, les ruego compartan este salmo… estos tiempos de miedos y plagas… lo exigen…
Formemos con su transmisión, una corriente de Vida y alegría, Amor y Paz al amparo de esta Palabra… al Amparo del Altísimo…
Con amor eterno,
Aida María