Silencio y Escucha

Silencio y Escucha

El idioma del alma es Silencio y Escucha…

Dos actitudes básicas ante la Vida:

Silencio y Escucha… binomio perfecto donde la
vida se hace fecunda y plena.

Aprender el idioma del silencio es la llave de
la felicidad y la puerta a la Vida.

El idioma del silencio no es mutismo, no es
pasividad, es vitalidad y fecundidad en su más
alta expresión, encierra el dinamismo creador
de Dios, su acción constante y vivificante… es
el Verbo hecho carne… es acción, Vida, Luz,
transfiguración, resurrección.

Silencio y Creación

El silencio es el idioma de la creación, de la expresión, de la Vida…. todos los espacios, mundos y galaxias infinitas que encierra el Universo emergen del silencio y se sostienen en el silencio.

En el silencio y la oscuridad se gesta la vida ….

La maravilla de la gestación de un bebe se realiza en el mas absoluto silencio, 9 meses en la oscuridad del espacio interior del vientre materno pleno de dinamismo y vida…

Los latidos del corazón de un bebé en el vientre de la madre …emergen del silencio y la escucha…

Sentir la fecundidad infinitamente silenciosa de la naturaleza….requiere de silencio

La belleza de un amanecer, de una puesta de sol, de un cielo estrellado despliegan su inaudita belleza en el mas profundo silencio…  están ahí para ti, para ser contempladas, vivenciadas, experimentadas…

El canto de los pájaros….

Inspirarte para pintar…

Contemplar a un bebe…

Comprender al otro…

Comprender el mundo…

Entender lo incomprensible…

Sentir el agua al bañarte…

Contemplar a los niños jugar, reír…

Captar el significado ultimo de la Vida..

Requiere del silencio y escucha…

Nacer de Nuevo

El camino de vuelta a la Vida implica necesariamente “nacer de nuevo”, la nueva gestación acontece en los abismos infinitos e insondables del Silencio creativo de Dios… volvemos al seno del Padre para que ahí, en la más profunda quietud, en el más absoluto silencio El Verbo nos de la Vida que hemos perdido… es el nuevo nacimiento del agua y del Espíritu… dinamismo eterno e infinito…

Aprender el lenguaje del silencio, es escuchar el mandato de Jesús a Nicodemo y en él, el llamado a la humanidad, a nacer de nuevo…

Si la gestación del bebe en el seno materno es maravilla, sin comparación, es la gestación del hombre en el seno del Padre, todo el poder vivificador del Espíritu igual que en la Resurrección, está dando Vida en el más absoluto silencio… 

El lenguaje del silencio, un idioma de infinito contenido e infinita fuerza creadora…

El Lenguaje del Alma

Hablar el lenguaje del alma, implica ir más allá de la esfera de lo humano… transitar por caminos solitarios y a la vez plenos de vida y Presencia.

Solo tenemos que detenernos y prestar atención para darnos cuenta del poder, la fecundidad y el dinamismo infinito que encierra este binomio creador de Vida: Silencio y Escucha.

Aprender a vivir requiere el aprendizaje del idioma de Dios, manifiesto en toda la Creación.

Silencio interior, es descansar, es despertar, es sanar, es el nuevo nacimiento del agua y del Espíritu…

Descansar:  El descanso en el silencio es infinitamente mayor que el descanso en el sueño… es sanidad, reposo del alma en Dios…

Descansamos de pensamientos repetitivos, juiciosos, dementes, de la emocionalidad enferma e inconsciente.

Despertar:  Despertamos a la Vida, a La Verdad, al Amor, al Ser, a la vida trinitaria en nosotros…

Sanar:  El Espíritu Santo sana todo el ser, alma y cuerpo… es un baño de renovación, de luz, de Vida. 

Silenciarse exige aquietarse, soltar, dejar ir pronta y diligentemente todo pensamiento, emoción o situación para estar ahí, presente, atento, quieto, vacío, desapegado, disponible, abierto al Espíritu Santo de Dios….

Silencio interior es donación, rendición, entrega del ser…. solo así la voz creadora del Espíritu Santo podrá recrear en ti la obra perfecta de la creación.

El lenguaje del Espíritu es fuerte, poderoso, transformante y a la vez sutil, respetuoso y amoroso… no impone …sugiere… no exige… propone,  si dices si… si abres la puerta, El entrará a cenar contigo y tu transformación será total y radical… no habrá retroceso, no habrá vuelta atrás… has entrado al mundo sobrenatural donde los verdaderos adoradores adoraran al Padre en Espíritu y Verdad… 

Es el cielo nuevo y la tierra nueva aquí y ahora.

El silencio de Dios no es ausencia de palabras, es otra Palabra, es otra dimensión, es otro mundo, es el Verbo hecho carne… dinamismo eterno e infinito.

Escuchar

Escuchar, exige aquietar la mente, ralentizar el bullicio de los pensamientos y la constante voz del ego hablando y hablando interiormente. 

En el bullicio interior, no podemos captar el lenguaje del Espíritu, no podemos Amar, comprender al Otro… no se puede escuchar, entender, amar… no podemos descansar…

El silencio de Dios requiere de otra escucha, distante el cielo de la tierra de la escucha auditiva… 

Esta Palabra de Vida mueve los cimientos interiores del hombre despertando al alma a la Vida verdadera, al idioma de Dios hecho de silencio y escucha… 

Es como si mil mundos se abrieran ante uno… como si mil resonancias y acordes de eterna resonancia despertaran las fibras más profundas del ser adormecidas de tanto ruido, de tanta palabra vacía y sin sentido…

Por el poder creador del Silencio se hace la Luz y el alma comprende con tal claridad quien es y a que ha venido… nace entonces la búsqueda del Todo, el regreso a casa, el anhelo y nostalgia del infinito de Dios.

Nace el anhelo de mostrar al mundo lo que es vivir, lo que es despertar a la Vida…

El silencio de Dios es creador… su Palabra eterna se expresa creando y dando vida… ¿podrá haber mayor dinamismo que éste? , ¿podrá haber mayor acción que ésta de crear y hacer nuevas todas las cosas? … 

La naturaleza entera nos enseña el idioma del Silencio y la escucha, cual poderosa fuente de Vida nos llama a encontrar en nosotros la fuente de la fecundidad, del crecimiento, de la Vida…

Cuatro pilares acompañan tu despertar a la Vida: 

Disciplina 

Dos veces al día, cada día.

Tal como ejercitas el cuerpo, te debes a ti, ejercitar el alma, solo así podrás aprender a vivir, sanar, amar.

Atención e intención

 

Vas al silencio creador cada día con atención indivisa de estar ahí solo para el Espíritu Santo y con una decidida intención de que El te sane y restaure.

Determinación

 

Como dice Santa Teresa de Avila, se requiere “una determinada determinación” para permanecer en el silencio de Dios.

Amor

 

Vas al silencio porque ahí conoces que es El Amor, quien eres tu y como permanecer en el Amor…

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